Inmunoterapia: Un Cambio de Juego en la Lucha contra el Cáncer

Birm
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La batalla contra el cáncer ha dado un giro revolucionario con la introducción de la inmunoterapia. Este enfoque innovador no solo trata los síntomas, sino que moviliza las propias defensas del cuerpo para combatir las células cancerosas. En este blog, exploraremos cómo la inmunoterapia ha transformado el paisaje de la oncología, brindando esperanza y resultados prometedores.

 

 ¿Cuál es la relación entre el cáncer y el sistema inmunológico?

 

Tenemos la falsa idea de que el sistema inmunológico se encarga únicamente de combatir infecciones. Resulta que nuestro sistema de defensa es más complejo de lo que imaginamos, consiste en una red supra especializada de órganos, células y moléculas, que a grandes rasgos, debe tener la función general de reconocer lo externo y lo interno. Así como la infección supone la invasión de un agente externo, el cáncer, a pesar de surgir desde el interior, es reconocido por parte del sistema inmunológico como una amenaza externa y como un proceso antinatural potencialmente mortal que exige su destrucción.

 

 

¿Cómo identifica el sistema inmunológico las amenazas a nuestras células corporales?

 

Durante siglos de evolución humana y exposición a diferentes amenazas, el sistema inmune ha desarrollado un intrincado “sistema de datos” que permite distinguir hábilmente códigos moleculares externos e internos, siendo ésta la base fundamental del funcionamiento de nuestro sistema de defensa.

 

Nuestros mecanismos corporales internos no difieren significativamente de nuestra realidad humana externa. Para poder identificar lo que es propio, cada una de nuestras células presenta un número de identidad en su membrana celular. Este número, código o secuencia, indica el origen y la información básica de la célula en cuestión, una analogía a un “pasaporte” en nuestro macromundo. En contraparte, el sistema inmunológico funciona como el agente regulador de estos códigos célulares, algo así como la figura de autoridad quien tiene registrado en su base de datos todos los número de identificación pertenecientes al individuo en cuestión.

 

Para el sistema inmune, la alteración de este número de identidad supone una grave amenaza, pues a grandes rasgos, indica un fallo en el sistema célular que indica que algo no anda bien. Este complejo mecanismo de reconocimiento posee tal potencial de identificación que el cambio de una única cifra puede ser detectado por las células de defensa y desatar mecanismos de muerte célular inmediata.

 

¿Cómo se identifican las células tumorales?

 

El cáncer es una enfermedad de origen génetico, lo cual no significa necesariamente que sea hereditario.. Cuando hay cambios en nuestra molécula de ADN, es decir, en nuestro material genético, decimos que ocurre una mutación genética. Estas mutaciones alteran las instrucciones para el funcionamiento corporal, por lo cual, es a partir de estas mutaciones que decimos que surge el cáncer. Pero ¿cómo hace el sistema inmune para reconocer una célula tumoral?

 

Cuando una célula se encuentra afectada por un proceso tumoral, ésta expresa a nivel externo códigos no incluidos dentro de la base de datos corporal. El sistema inmune, entrenado para la detección de estos codigos anormales, previene la progresión del sinnumero de células tumorales que aparecen en nuestro cuerpo diariamente tras su destrucción inmediata.

 

¿Cómo surge la inmunoterapia?

 

Hoy en día, los avances en biología molécular han ofrecido explicaciones sobre cómo nuestro sistema inmune funciona con tan alto nivel de precisión. La dirección estricta por parte de moléculas disueltas en sangre y bajo una red de interacciones celulares específicas, permiten la inmunomodulación estrecha, o en otras palabras, la activación o desactivación de mecanismos inmunitarios según las necesidades del organismo. El descubrimiento de esta maquinaria molecular ha permitido el diseño de compuestos que utilizan nuestros propios instrumentos inmunes , potenciando y perfeccionándolos para tratar enfermedades,  siendo el cáncer el objetivo primordial de esta novedad que llamamos inmunoterapia.

 

 

¿Qué tipos de inmunoterapia existen?

 

La complejidad del sistema inmunológico ofrece un amplio campo de acción para la creación de medicamentos inmunoterapéuticos. Es posible diseñar compuestos que potencien y perfeccionen la respuesta inmune en uno o varios puntos de la cadena acción, ya sea a nivel de reconocimiento tumoral, comunicación/interacción molecular o marcación y eliminación célular. Mediante estos mecanismos, se busca la detención del crecimiento tumoral, la prevención de su diseminación o el fomento de la eliminación celular neoplásica.

 

La elección del tipo de inmunoterapia dependerá de las características individuales y del tipo o incluso subtipo de neoplasia. A grandes rasgos, la inmunoterapia incluye: la terapia de transferencia de células T, la inmunoterapia no específica, los anticuerpos monoclonales, las vacunas contral el cáncer y el tratamiento con virus oncolíticos.

 

Efectos secundarios de la inmunoterapia

 

La inmunoterapia puede conllevar a síntomas leves similares a los de la gripe, problemas gastrointestinales o dermatológicos. En otros casos, pueden causar efectos cardiovasculares graves, neurológicos o incluso autoinmunitarios, por lo que su administración debe realizarse bajo monitorización hospitalaria. La tolerancia de estos medicamentos resulta variable y requiere de un seguimiento estricto.

 

Inmunoterapia: El futuro en la oncología

 

Con la médicina personalizada en auge, secundaria a los descubrimientos en genética y biología molécular, la inmunoterapia supone la puerta al futuro en la rama de la oncología, pudiendo utilizarse como monoterapia o en combinación con quimio o radioterapia.

 

La inmunoterapia está cambiando el juego en la lucha contra el cáncer. Este cambio de paradigma es más que un tratamiento; es una nueva era en la que el cuerpo se convierte en el héroe de su propia historia de supervivencia.

 

La investigación médica permite cada día un mayor entendimiento del cáncer y su estrecha relación con  las áreas de la inmunología y la genética humana. El equilibrio de los mecanismos inmunológicos es uno de los pilares en la lucha contra el cáncer, y es por esto que en BIRM buscamos ofrecer una forma complementaria y coadyuvante para aquellos que buscan equilibrar naturalmente este complejo sistema de defensa, ya sea con un objetivo preventivo o terapéutico.

 

 

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